Pablo Vegetti se sentó a charlar, aunque en este caso fue por teléfono, en la clásica “Barzo-llamada” de Día y Noche Multimedia. Y como siempre que el “9” abre la boca, dejó frases que pican, que duelen un poquito y que también abrazan.
“De Córdoba se extraña todo… pero más que nada la vida social”, arrancó. Y ahí nomás empezó a tirar de la cuerda de los recuerdos.
Casi cinco años vistiendo la camiseta de Belgrano. Cinco años que tuvieron de todo: goles, ascenso, alegrías, tristezas… y hasta una pandemia en el medio.
“Me fui bien de Belgrano, cumpliendo todos los objetivos. Fui cuando nadie quería ir, cuando todos se iban. Cuando no se dio el ascenso en el primer año, me quedé… mil veces tuve la oportunidad de irme. Y una vez que sentí que era el momento de salir, tomé la decisión. Después pasaron cosas que no me gustaron. Belgrano me dio todo y yo le di todo”, disparó, con esa voz que suena entre orgullo y nostalgia.
Pero en la charla con Matías Barzola también se coló Alta Córdoba. Porque Vegetti no se olvida de Instituto: “Todo lo que viví ahí también fue felicidad”, dijo, como quien repasa fotos viejas y sonríe.
Y como buen delantero que conoce lo que es vestir camisetas pesadas, no esquivó el tema: ¿lo enfrentaría a Belgrano en una Copa? “Ojalá que los dos clasifiquemos, pero no quisiera enfrentar a Belgrano. No me gustaría para nada. Sería muy difícil para mí… la pasaría mal”, cerró.
Pablo Vegetti. Goleador, capitán, tipo de códigos. Uno que dejó una marca en Alberdi, que se ganó un lugar en el corazón del hincha y que, aunque hoy vive en Brasil, sigue teniendo a barrio Alberdi tatuado en su alma.
Pablo Vegetti se sentó a charlar, aunque en este caso fue por teléfono, en la clásica “Barzo-llamada” de Día y Noche Multimedia. Y como siempre que el “9” abre la boca, dejó frases que pican, que duelen un poquito y que también abrazan.“De Córdoba se extraña todo… pero más que nada la vida social”, arrancó. Y ahí nomás empezó a tirar de la cuerda de los recuerdos. Casi cinco años vistiendo la camiseta de Belgrano. Cinco años que tuvieron de todo: goles, ascenso, alegrías, tristezas… y hasta una pandemia en el medio. View this post on Instagram A post shared by Matias Barzola (@matiasbarzolaok)
“Me fui bien de Belgrano, cumpliendo todos los objetivos. Fui cuando nadie quería ir, cuando todos se iban. Cuando no se dio el ascenso en el primer año, me quedé… mil veces tuve la oportunidad de irme. Y una vez que sentí que era el momento de salir, tomé la decisión. Después pasaron cosas que no me gustaron. Belgrano me dio todo y yo le di todo”, disparó, con esa voz que suena entre orgullo y nostalgia.Pero en la charla con Matías Barzola también se coló Alta Córdoba. Porque Vegetti no se olvida de Instituto: “Todo lo que viví ahí también fue felicidad”, dijo, como quien repasa fotos viejas y sonríe.Y como buen delantero que conoce lo que es vestir camisetas pesadas, no esquivó el tema: ¿lo enfrentaría a Belgrano en una Copa? “Ojalá que los dos clasifiquemos, pero no quisiera enfrentar a Belgrano. No me gustaría para nada. Sería muy difícil para mí… la pasaría mal”, cerró.Pablo Vegetti. Goleador, capitán, tipo de códigos. Uno que dejó una marca en Alberdi, que se ganó un lugar en el corazón del hincha y que, aunque hoy vive en Brasil, sigue teniendo a barrio Alberdi tatuado en su alma.