Parecía que los astros se iban a alinear para el Mundo Talleres. Había dejado de llover, el cielo estaba encapotado pero en el horizonte tenía un corte que podría traer claridad. En la cancha, el Talleres de Tevez soñaba conque pasara lo mismo.
¿Y si era? La línea de tres con la que había sorprendido Carlos Tevez venía bastante bien (fue un 3-4-1-2), con el debut de José Palomino y la vuelta de Matías Catalán… de stopper. Valentín Depietri estaba rápido e incontenible, Rubén Botta al fin había dejado la derecha para hacer juego interior y Federico Girotti estaba localizable. Ulises Ortegoza era un pulpo y hasta le pagaba al arco.
Hasta a Deportivo Riestra se le vieron sus miserias sin que Talleres lo forzara demasiado. El inefable Sebastián Arce hizo de las suyas muy temprano, algo que sufrió bastante Instituto, cuando fue su arquero.
El detalle vale la pena. Anticipó a Girotti y salió jugando, su pase fue largo, pero interceptó Matías Catalán que la cruzó. Recibió con Sansotre, el arquero fuera de acción, pero sacó un tirito que le permitió llegar al arquero de Riestra. Era mucho para alguien de la necesidad de Talleres.
Sin embargo, todo quedó en la nada y ni un punto pudo conseguir en el Kempes. Jonathan Goitía sacó ese fierrazo que venció a Guido Herrera, en su tercera llegada.
De este lado, la “T” se había quedado con el doble de llegadas (una de Botta, la más clara), la posesión de la pelota y… una derrota mínima. De nada valieron los ingresos de Gabriel Báez, el pibe Ignacio Alastra y de Nahuel Bustos (tuvo una chance al final, pero levantó el tiro).
Era una de esas 10 finales, que ahora son nueve, por la permanencia. Una lucha que hoy lo tiene disputando un desempate con Aldovisi (perdió con Boca) para no descender de manera directa. La derrota crispó los ánimos y así como “el jugadores la c… de su madre, a ver si ponen h” que se escuchó ante San Martín de San Juan ahora fue el “dirigentes, dirigentes, no se los decimos más. Si nos vamos al descenso, qué quilombo se va a armar”.
El presidente Andrés Fassi y el vicedeportivo Sebastián Fassi se fueron del palco en el que se ubicaban en medio de los insultos de los plateístas más cercanos.
La cuarta derrota del ciclo de Tevez (siete partidos) en Talleres hizo que el DT también tuviera que expresarse sobre su continuidad, como lo hizo en la conferencia de mitad de semana.
“Es más mental que otra cosa, hoy nos llegaron dos veces. Estuvimos bien parados. Cuando no haces los goles en un arco, te lo hacen en el propio. No voy a cambiar la forma de pensar, voy a seguir hasta el final”, sostuvo “el Apache”.
Ahora, la “T” entró en receso por las doble fecha de eliminatorias y reaparecerá ante Tigre, el 14 de este mes a las 14. Sigue pendiente ganar, sumar y hacer un gol. Ya van 461 minutos.
Parecía que los astros se iban a alinear para el Mundo Talleres. Había dejado de llover, el cielo estaba encapotado pero en el horizonte tenía un corte que podría traer claridad. En la cancha, el Talleres de Tevez soñaba conque pasara lo mismo. ¿Y si era? La línea de tres con la que había sorprendido Carlos Tevez venía bastante bien (fue un 3-4-1-2), con el debut de José Palomino y la vuelta de Matías Catalán… de stopper. Valentín Depietri estaba rápido e incontenible, Rubén Botta al fin había dejado la derecha para hacer juego interior y Federico Girotti estaba localizable. Ulises Ortegoza era un pulpo y hasta le pagaba al arco. Hasta a Deportivo Riestra se le vieron sus miserias sin que Talleres lo forzara demasiado. El inefable Sebastián Arce hizo de las suyas muy temprano, algo que sufrió bastante Instituto, cuando fue su arquero. El detalle vale la pena. Anticipó a Girotti y salió jugando, su pase fue largo, pero interceptó Matías Catalán que la cruzó. Recibió con Sansotre, el arquero fuera de acción, pero sacó un tirito que le permitió llegar al arquero de Riestra. Era mucho para alguien de la necesidad de Talleres. Sin embargo, todo quedó en la nada y ni un punto pudo conseguir en el Kempes. Jonathan Goitía sacó ese fierrazo que venció a Guido Herrera, en su tercera llegada. De este lado, la “T” se había quedado con el doble de llegadas (una de Botta, la más clara), la posesión de la pelota y… una derrota mínima. De nada valieron los ingresos de Gabriel Báez, el pibe Ignacio Alastra y de Nahuel Bustos (tuvo una chance al final, pero levantó el tiro). Era una de esas 10 finales, que ahora son nueve, por la permanencia. Una lucha que hoy lo tiene disputando un desempate con Aldovisi (perdió con Boca) para no descender de manera directa. La derrota crispó los ánimos y así como “el jugadores la c… de su madre, a ver si ponen h” que se escuchó ante San Martín de San Juan ahora fue el “dirigentes, dirigentes, no se los decimos más. Si nos vamos al descenso, qué quilombo se va a armar”. El presidente Andrés Fassi y el vicedeportivo Sebastián Fassi se fueron del palco en el que se ubicaban en medio de los insultos de los plateístas más cercanos. La cuarta derrota del ciclo de Tevez (siete partidos) en Talleres hizo que el DT también tuviera que expresarse sobre su continuidad, como lo hizo en la conferencia de mitad de semana. “Es más mental que otra cosa, hoy nos llegaron dos veces. Estuvimos bien parados. Cuando no haces los goles en un arco, te lo hacen en el propio. No voy a cambiar la forma de pensar, voy a seguir hasta el final”, sostuvo “el Apache”. Ahora, la “T” entró en receso por las doble fecha de eliminatorias y reaparecerá ante Tigre, el 14 de este mes a las 14. Sigue pendiente ganar, sumar y hacer un gol. Ya van 461 minutos.