La tarjeta SUBE continúa siendo la herramienta central del transporte público en la Argentina y durante octubre sigue vigente el mecanismo de “saldo negativo”. Este recurso funciona como un respaldo de emergencia para que los usuarios puedan completar un viaje incluso cuando no cuentan con crédito suficiente cargado en la tarjeta.
En la actualidad, el límite de descubierto permitido es de $1200 en colectivos de todo el país, en el subte de la Ciudad de Buenos Aires y en el transporte fluvial del Delta bonaerense.
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En cambio, para los trenes metropolitanos del Área Metropolitana (Mitre, Sarmiento, Roca, San Martín, Belgrano Norte y Sur) y para el Tren del Valle de Neuquén, el tope se mantiene en $650. La única excepción la constituye la línea Urquiza, que conserva un margen menor de $480 mientras avanza el recambio de sus molinetes. Estos valores no registraron cambios recientes y siguen siendo los mismos que rigen desde mediados de año.
El funcionamiento es simple: siempre que el valor del boleto no supere el saldo negativo permitido, el sistema valida el viaje. Luego, al recargar la tarjeta, lo primero que se descuenta es la deuda acumulada. De esta manera, la SUBE asegura que los pasajeros no queden varados por falta de carga inmediata.

En paralelo, el sistema atraviesa un proceso de modernización que amplía las alternativas de pago más allá de la tarjeta física. La novedad más destacada es la SUBE Digital, disponible en teléfonos con sistema operativo Android 8 o superior. Con esta herramienta es posible abonar el pasaje apoyando el celular en el lector mediante tecnología NFC o, en los dispositivos que no cuentan con esa función, generando un código QR que se escanea en el validador.
La aplicación oficial también permite cargar saldo con tarjeta de débito o billeteras electrónicas, consultar en tiempo real el crédito disponible y definir si los beneficios (como la Tarifa Social o los descuentos por combinaciones) se aplican a la tarjeta plástica o a la versión digital. En el caso de la red de subte porteña, ya se incorporó además el pago con tarjetas bancarias y billeteras virtuales, en línea con una tendencia internacional de diversificación de medios de pago.

El esquema de saldo negativo no se limita al Área Metropolitana de Buenos Aires: también rige en las ciudades del interior que en los últimos años adoptaron la tecnología SUBE. Sin embargo, en aquellas localidades donde la tarifa mínima supera el margen de $1200 —como consecuencia de los aumentos sucesivos—, el descubierto no siempre alcanza para cubrir un viaje completo. Aun con esa limitación, la política oficial continúa siendo uniforme en todo el país.
El sistema mantiene un margen de descubierto para evitar que los pasajeros queden sin poder viajar; los topes varían según el transporte Autos

