Un presunto caso de secuestro sacudió a la ciudad de Rosario, luego de que una madre denunciara por redes sociales que un chofer de Uber que llevaba a su hija de 22 años se desvió del recorrido previsto y tuvo que acercarse con la Policía para interceptarlo ante la posibilidad de que se tratara de un rapto. “Se la llevaba para la ruta”, exclamó.
El domingo por la noche, Luciana utilizó la aplicación de transporte de pasajeros para contratar a un chofer que llevara a su hija hasta su casa ubicada en las calles Mendoza y Boulevar Oroño en el centro de la ciudad de Rosario, Santa Fe. Sin embargo lo que parecía un trayecto directo y corto hasta la vivienda se convirtió en minutos de desesperación.
El hombre, que conducía un Chevrolet Aveo negro, se desvió de la ruta prestablecida que figuraba en la aplicación y se dirigió en dirección contraria al punto de destino hacia la autopista Rosario-Córdoba (Ruta 9).
Enseguida Luciana se percató del extraño comportamiento ya que estaba siguiendo el viaje desde su teléfono y se comunicó con su hija. “Le mandé un mensaje a mi hija preguntándole si estaba todo bien y me respondió que estaba asustada”, contó en diálogo con Cadena 3 Rosario.
Mientras la madre se disponía a ir a buscarla ella misma, la joven intentaba comunicarse con el conductor pidiendo explicaciones, pero el hombre reaccionó intentando quitarle el celular, desconociendo que ella había conseguido enviarle su ubicación en tiempo real a su madre.
En el camino a interceptarlo, Luciana se cruzó con un patrullero que sin pensarlo se sumó a la persecución. Sin embargo, el hombre se detuvo al enterarse que la madre de la joven se dirigía hacia ellos con la Policía.
Una vez en el lugar, la Policía lo detuvo y requisó el vehículo y lo que encontraron en el baúl les llamó poderosamente la atención: un conjunto de sogas, machetes y otros objetos extraños que no fueron especificados. No obstante, el conductor quedó libre. “El oficial me dijo que no le podían hacer nada porque mi hija no había sido agredida”, relató Luciana. “Esto debería ser considerado un intento de secuestro”, advirtió.
Este miércoles, según informó La Capital de Rosario, la mujer hizo la denuncia correspondiente en el Centro territorial de Denuncia y se inició una investigación.
La principal crítica de la mujer giró en torno a la falta de confianza que brindan algunas aplicaciones de viajes urbanos. “Esto afecta la credibilidad del servicio”, sostuvo y reflexionó: “No confías en nadie. Hay que estar atentos, porque no se puede estar tranquilo”.
Luciana observó a través de su celular cómo el auto se dirigía hacia la Ruta 9 a pesar de que el destino original era en sentido contrario y lo interceptó con la Policía; presentó el caso ante la justicia, pero el hombre quedó en libertad Seguridad