• 8 de octubre de 2025 13:34

Los pibes esperan su hora en Instituto

Porradioplayjujuy

Oct 7, 2025

El campeonato entra en la curva final y el termómetro de Alta Córdoba marca sensaciones encontradas. Instituto transitó un 2025 irregular, un año en el que nunca logró encadenar dos triunfos seguidos. Escapó al descenso sin sobresaltos, sí, y hasta se coló en los playoffs del Apertura.

Pero la Gloria, fiel a su historia exigente, mira la tabla y siente que podría haber sido mucho más. Sueños de copas que se desvanecieron temprano y una Copa Argentina que duró menos de lo esperado dejaron un sabor a poco.

En medio de ese escenario, hay una cuenta pendiente que empieza a hacerse ruido entre los hinchas: los chicos de La Agustina siguen mirando de afuera.

El semillero, orgullo de la institución, vive un presente exitoso en Reserva, pero no logra abrir la puerta del primer equipo. Y el contraste se hace evidente: mientras los dirigidos por Daniel Oldrá buscan respuestas en la inercia, las promesas esperan su momento con la camiseta doblada en el banco.

En las listas recientes de citados por el DT, los nombres formados en casa son amplia minoría. Entre los titulares el sábado en San Juan apenas apareció Luca Klimowicz.

Luca Klimowicz, quien fue titular en Instituto ante San Martín, lucha contra los defensores locales

Mientras que Gonzalo Requena y Matías Klimowicz estuvieron en el banco pero no ingresaron. Lorenzo Albarracín, el extremo picante, también aguarda minutos. Y Jeremías Lázaro, lesionado, trabaja para volver en un equipo que sufre para convertir y que en el último partido directamente no probó al arquero rival.

“Lo principal son los chicos de inferiores… Los chicos son el futuro del club y siempre voy a estar cerca. Si no, no hubiera venido”, dijo Oldrá cuando asumió el cargo. Pero las palabras, como los puntos, también se ganan en la cancha. Hasta ahora, la realidad marca que los juveniles siguen esperando por una oportunidad real.

En La Agustina, los entrenadores de las inferiores sostienen una sonrisa que contagia. El equipo de Reserva marcha bien, muestra identidad y deja claro que hay material para subir. Ignacio Marasca, Lautaro Barraza, Hugo Rojas y otros nombres que asoman desde el barro del predio reclaman protagonismo.

Lautaro Barraza, delantero de la reserva de Instituto. (IACC).

El dilema no es nuevo para Instituto, pero en tiempos en que el fútbol argentino se reconfigura a base de juveniles, la Gloria tiene una cantera que pide pista.

El hincha lo ve, lo comenta, lo exige. Sin presiones de descenso y sin la urgencia de las copas, tal vez sea el momento de arriesgar, de mirar hacia adentro y apostar por lo propio. Porque si algo caracteriza a Instituto es su capacidad de reinventarse desde sus entrañas. Allí donde nacen los pibes que sueñan con debutar en el Monumental y devolverle al club algo de lo que el club les dio.

En Alta Córdoba, el futuro está a la vuelta de la esquina. La pelota pide pista y los pibes también. Falta que el DT se anime a soltarles las riendas.

Posiciones en la Liga Profesional

El campeonato entra en la curva final y el termómetro de Alta Córdoba marca sensaciones encontradas. Instituto transitó un 2025 irregular, un año en el que nunca logró encadenar dos triunfos seguidos. Escapó al descenso sin sobresaltos, sí, y hasta se coló en los playoffs del Apertura. Pero la Gloria, fiel a su historia exigente, mira la tabla y siente que podría haber sido mucho más. Sueños de copas que se desvanecieron temprano y una Copa Argentina que duró menos de lo esperado dejaron un sabor a poco.En medio de ese escenario, hay una cuenta pendiente que empieza a hacerse ruido entre los hinchas: los chicos de La Agustina siguen mirando de afuera. El semillero, orgullo de la institución, vive un presente exitoso en Reserva, pero no logra abrir la puerta del primer equipo. Y el contraste se hace evidente: mientras los dirigidos por Daniel Oldrá buscan respuestas en la inercia, las promesas esperan su momento con la camiseta doblada en el banco.En las listas recientes de citados por el DT, los nombres formados en casa son amplia minoría. Entre los titulares el sábado en San Juan apenas apareció Luca Klimowicz. Mientras que Gonzalo Requena y Matías Klimowicz estuvieron en el banco pero no ingresaron. Lorenzo Albarracín, el extremo picante, también aguarda minutos. Y Jeremías Lázaro, lesionado, trabaja para volver en un equipo que sufre para convertir y que en el último partido directamente no probó al arquero rival.“Lo principal son los chicos de inferiores… Los chicos son el futuro del club y siempre voy a estar cerca. Si no, no hubiera venido”, dijo Oldrá cuando asumió el cargo. Pero las palabras, como los puntos, también se ganan en la cancha. Hasta ahora, la realidad marca que los juveniles siguen esperando por una oportunidad real.En La Agustina, los entrenadores de las inferiores sostienen una sonrisa que contagia. El equipo de Reserva marcha bien, muestra identidad y deja claro que hay material para subir. Ignacio Marasca, Lautaro Barraza, Hugo Rojas y otros nombres que asoman desde el barro del predio reclaman protagonismo. El dilema no es nuevo para Instituto, pero en tiempos en que el fútbol argentino se reconfigura a base de juveniles, la Gloria tiene una cantera que pide pista.El hincha lo ve, lo comenta, lo exige. Sin presiones de descenso y sin la urgencia de las copas, tal vez sea el momento de arriesgar, de mirar hacia adentro y apostar por lo propio. Porque si algo caracteriza a Instituto es su capacidad de reinventarse desde sus entrañas. Allí donde nacen los pibes que sueñan con debutar en el Monumental y devolverle al club algo de lo que el club les dio.En Alta Córdoba, el futuro está a la vuelta de la esquina. La pelota pide pista y los pibes también. Falta que el DT se anime a soltarles las riendas. Posiciones en la Liga Profesional