La frase la dijo Daniel Oldrá en una sala de conferencias de prensa de San Lorenzo que lo vio llegar con la mirada baja, con bronca, sin poder encontrar respuestas a este presente.
El mendocino Oldrá, con la sinceridad que lo caracteriza, la tiró casi sobre el cierre de esa charla que tuvo con los medios luego de la derrota de su equipo, Instituto, 1 a 0 ante San Lorenzo de Almagro, por la sexta fecha del Torneo Clausura 2025 de la Liga Profesional.
“Independiente es un partido súper importante para ellos y para nosotros. Ojalá le podamos demostrar a la gente que Instituto está vivo”, dijo Oldrá.
Y ahí, en ese “demostrar que Instituto está vivo”, se grafica un poco del presente de un plantel que parece no encontrarle la vuelta al momento.
Que lleva cinco partidos sin poder ganar desde aquel 1 a 0 de visitante ante Gimnasia en La Plata, en la primera fecha.
Y que no logra hacer pie luego de esos dos partidos de local que le dejaron muchas cicatrices. El 1 a1 ante Platense, que se lo empató sobre el final y casi se lo gana. Y el 0-4 ante Unión de Santa Fe, que fue una paliza, un golpazo.
Ayer, en el Nuevo Gasómetro, Instituto prácticamente no pateó al arco. No logró hilvanar alguna jugada interesante. Y fue un equipo que deambuló por la cancha.
Sí, evitó hacer un papelón como ante Unión, pero otra vez cometió errores que lo terminaron dejando sin nada.
Un San Lorenzo chato, pobre, sin jerarquía y con el DT de la Reserva, le ganó con una pelota parada y un gol de un delantero juvenil que hacía su debut de titular (Branco Salinardi).
Poco, muy poco para un Instituto que se empieza a complicar de verdad con la permanencia, ya que quedó a pocos puntos de la parte baja de la tabla anual. Duela a quien le duela, es la realidad.
“Me quedo con la actitud del equipo. Hoy demostraron que no era la cara del otro día con Unión. Fue un partido muy parejo, el que hacía el gol ganaba. Vinimos a jugar con San Lorenzo, que acá no ha perdido. No es fácil salir de un 4-0, y hoy por lo menos demostramos carácter”, señaló el DT Oldrá.
Y agregó: “Contra Independiente será otro partido difícil, un equipo grande que tampoco está pasando un gran momento futbolístico. Pero es Independiente y es un partido súper importante para ellos y para nosotros. Ojalá le podamos demostrar a la gente que Instituto está vivo”.
Antes, apenas terminado el partido, fue el arquero Manuel Roffo quien dio la cara. Fue de los pocos que resaltó al menos un poco, tapando sobre el cierre lo que pudo ser el 2 a 0 del local.
“Lo justo era un empate. Estamos enojados, calientes. Llegaron dos veces, fue un partido malo. Te da bronca el resultado. Si supiéramos qué pasa, lo podríamos cambiar. Estamos trabajando para eso. Tuvimos una derrota dura con Unión. Lo importante es estar juntos como grupo y pelearla desde ahí”, dijo Roffo.
El próximo viernes, desde las 21.15, se vendrá Independiente, en un cotejo crucial para lo que viene en Torneo Clausura. Como dijo su entrenador, Instituto deberá dar una prueba de que está vivo ante sus hinchas, que están más que preocupados con la realidad de un equipo que no puede levantar cabeza. Y está perdido.
La frase la dijo Daniel Oldrá en una sala de conferencias de prensa de San Lorenzo que lo vio llegar con la mirada baja, con bronca, sin poder encontrar respuestas a este presente.El mendocino Oldrá, con la sinceridad que lo caracteriza, la tiró casi sobre el cierre de esa charla que tuvo con los medios luego de la derrota de su equipo, Instituto, 1 a 0 ante San Lorenzo de Almagro, por la sexta fecha del Torneo Clausura 2025 de la Liga Profesional.“Independiente es un partido súper importante para ellos y para nosotros. Ojalá le podamos demostrar a la gente que Instituto está vivo”, dijo Oldrá.Y ahí, en ese “demostrar que Instituto está vivo”, se grafica un poco del presente de un plantel que parece no encontrarle la vuelta al momento. Que lleva cinco partidos sin poder ganar desde aquel 1 a 0 de visitante ante Gimnasia en La Plata, en la primera fecha.Y que no logra hacer pie luego de esos dos partidos de local que le dejaron muchas cicatrices. El 1 a1 ante Platense, que se lo empató sobre el final y casi se lo gana. Y el 0-4 ante Unión de Santa Fe, que fue una paliza, un golpazo.Ayer, en el Nuevo Gasómetro, Instituto prácticamente no pateó al arco. No logró hilvanar alguna jugada interesante. Y fue un equipo que deambuló por la cancha.Sí, evitó hacer un papelón como ante Unión, pero otra vez cometió errores que lo terminaron dejando sin nada.Un San Lorenzo chato, pobre, sin jerarquía y con el DT de la Reserva, le ganó con una pelota parada y un gol de un delantero juvenil que hacía su debut de titular (Branco Salinardi).Poco, muy poco para un Instituto que se empieza a complicar de verdad con la permanencia, ya que quedó a pocos puntos de la parte baja de la tabla anual. Duela a quien le duela, es la realidad. “Me quedo con la actitud del equipo. Hoy demostraron que no era la cara del otro día con Unión. Fue un partido muy parejo, el que hacía el gol ganaba. Vinimos a jugar con San Lorenzo, que acá no ha perdido. No es fácil salir de un 4-0, y hoy por lo menos demostramos carácter”, señaló el DT Oldrá.Y agregó: “Contra Independiente será otro partido difícil, un equipo grande que tampoco está pasando un gran momento futbolístico. Pero es Independiente y es un partido súper importante para ellos y para nosotros. Ojalá le podamos demostrar a la gente que Instituto está vivo”.Antes, apenas terminado el partido, fue el arquero Manuel Roffo quien dio la cara. Fue de los pocos que resaltó al menos un poco, tapando sobre el cierre lo que pudo ser el 2 a 0 del local.“Lo justo era un empate. Estamos enojados, calientes. Llegaron dos veces, fue un partido malo. Te da bronca el resultado. Si supiéramos qué pasa, lo podríamos cambiar. Estamos trabajando para eso. Tuvimos una derrota dura con Unión. Lo importante es estar juntos como grupo y pelearla desde ahí”, dijo Roffo.El próximo viernes, desde las 21.15, se vendrá Independiente, en un cotejo crucial para lo que viene en Torneo Clausura. Como dijo su entrenador, Instituto deberá dar una prueba de que está vivo ante sus hinchas, que están más que preocupados con la realidad de un equipo que no puede levantar cabeza. Y está perdido.