La crisis que afecta a la Familia Real británica debido al príncipe Andrés y el Caso Epstein impactó directamente al rey Carlos III. El soberano, que se encontraba de viaje en las Midlands Occidentales, visitó la Catedral de Lichfield para asistir a un servicio especial y fue recibido inicialmente con ovaciones por una gran multitud.
Sin embargo, la visita se vio interrumpida cuando el rey fue abucheado e interrogado por un manifestante. Un militante republicano, perteneciente al grupo activista antimonárquico Republic, increpó al monarca sobre la relación entre su hermano, el príncipe Andrés, y el pedófilo Jeffrey Epstein.
El manifestante le gritó varias preguntas al soberano, quien saludaba a la gente en ese momento. Las preguntas incluían: “¿Cuánto tiempo hace que sabes lo de Andrés y Epstein?”, “¿Le has pedido a la policía que lo encubra?”, y “¿Debería permitirse a los parlamentarios debatir con la realeza en la Cámara de los Comunes?”.
Mientras el rey Carlos III se abría paso entre la multitud, saludando a sus fans y desconectándose del caos, otras personas presentes en el exterior de la catedral intentaron hacer callar al provocador.
Fiel a la respuesta habitual de la Familia Real ante críticas o preguntas indeseadas –la política de “nunca quejarse, nunca dar explicaciones”–, el monarca decidió ignorar al manifestante y no mostró reacción alguna.
Presión por la Royal Lodge y el caso Epstein
La confrontación tiene lugar mientras el rey enfrenta una creciente presión para desalojar a su hermano de su residencia, Royal Lodge. Se entiende que Andrés finalmente se mudará, pese a que inicialmente intentó mantenerse firme basándose en los términos de su “implacable” contrato de arrendamiento prepagado con la Corona.
Andrés vivió en la mansión por más de 20 años, pagando sólo un alquiler mínimo. Aunque al príncipe le restan 50 años de contrato, él y su exesposa, Sarah Ferguson, aceptaron finalmente abandonar la enorme mansión, pero exigieron dos viviendas a cambio. Andrés solicitó vivir en Frogmore Cottage, donde residían previamente Harry y Meghan. Además, pidió una casa para Ferguson en Adelaide Cottage, que será desocupada esta semana por los príncipes de Gales.
Se desconoce cuánto dinero podría recibir el príncipe en compensación por los 7,5 millones de libras esterlinas que invirtió en las renovaciones de Royal Lodge.
Los vínculos del príncipe Andrés con Epstein volvieron a acaparar los titulares recientemente. Esto se debe a un nuevo enfoque en las acusaciones presentadas por Virginia Giuffre, su acusadora sexual, tras la publicación de su libro póstumo.
Tras su visita a Lichfield, el itinerario del rey Carlos incluía una visita al cercano Arboreto Nacional Conmemorativo. Allí, se realizaría la ceremonia de inauguración del monumento conmemorativo LGBT+ de las Fuerzas Armadas, el cual es el primer monumento nacional del Reino Unido en conmemorar a las personas LGBT+ que sirvieron y continúan sirviendo en el ejército.
La crisis que afecta a la Familia Real británica debido al príncipe Andrés y el Caso Epstein impactó directamente al rey Carlos III. El soberano, que se encontraba de viaje en las Midlands Occidentales, visitó la Catedral de Lichfield para asistir a un servicio especial y fue recibido inicialmente con ovaciones por una gran multitud.Sin embargo, la visita se vio interrumpida cuando el rey fue abucheado e interrogado por un manifestante. Un militante republicano, perteneciente al grupo activista antimonárquico Republic, increpó al monarca sobre la relación entre su hermano, el príncipe Andrés, y el pedófilo Jeffrey Epstein.El manifestante le gritó varias preguntas al soberano, quien saludaba a la gente en ese momento. Las preguntas incluían: “¿Cuánto tiempo hace que sabes lo de Andrés y Epstein?”, “¿Le has pedido a la policía que lo encubra?”, y “¿Debería permitirse a los parlamentarios debatir con la realeza en la Cámara de los Comunes?”.Mientras el rey Carlos III se abría paso entre la multitud, saludando a sus fans y desconectándose del caos, otras personas presentes en el exterior de la catedral intentaron hacer callar al provocador.Fiel a la respuesta habitual de la Familia Real ante críticas o preguntas indeseadas –la política de “nunca quejarse, nunca dar explicaciones”–, el monarca decidió ignorar al manifestante y no mostró reacción alguna.Presión por la Royal Lodge y el caso EpsteinLa confrontación tiene lugar mientras el rey enfrenta una creciente presión para desalojar a su hermano de su residencia, Royal Lodge. Se entiende que Andrés finalmente se mudará, pese a que inicialmente intentó mantenerse firme basándose en los términos de su “implacable” contrato de arrendamiento prepagado con la Corona.Andrés vivió en la mansión por más de 20 años, pagando sólo un alquiler mínimo. Aunque al príncipe le restan 50 años de contrato, él y su exesposa, Sarah Ferguson, aceptaron finalmente abandonar la enorme mansión, pero exigieron dos viviendas a cambio. Andrés solicitó vivir en Frogmore Cottage, donde residían previamente Harry y Meghan. Además, pidió una casa para Ferguson en Adelaide Cottage, que será desocupada esta semana por los príncipes de Gales.Se desconoce cuánto dinero podría recibir el príncipe en compensación por los 7,5 millones de libras esterlinas que invirtió en las renovaciones de Royal Lodge.Los vínculos del príncipe Andrés con Epstein volvieron a acaparar los titulares recientemente. Esto se debe a un nuevo enfoque en las acusaciones presentadas por Virginia Giuffre, su acusadora sexual, tras la publicación de su libro póstumo.Tras su visita a Lichfield, el itinerario del rey Carlos incluía una visita al cercano Arboreto Nacional Conmemorativo. Allí, se realizaría la ceremonia de inauguración del monumento conmemorativo LGBT+ de las Fuerzas Armadas, el cual es el primer monumento nacional del Reino Unido en conmemorar a las personas LGBT+ que sirvieron y continúan sirviendo en el ejército. La Voz

