• 9 de septiembre de 2025 02:48

Donald Trump encendió las alarmas de un posible ataque a Venezuela: “Ya verán”

Porradioplayjujuy

Sep 7, 2025

La tensión entre Estados Unidos y Venezuela alcanzó un nuevo punto álgido este domingo, luego de que el presidente norteamericano, Donald Trump, respondiera con un escueto pero cargado “Ya verán” al ser consultado sobre si evalúa ordenar ataques contra el narcotráfico, específicamente contra el Cartel de los Soles, dentro del territorio venezolano. Esta declaración se produce en un contexto de creciente despliegue militar de Washington en el Caribe y acusaciones directas contra Nicolás Maduro.

El mensaje de Trump surge días después de que advirtiera que cualquier aeronave venezolana que represente una amenaza para las fuerzas estadounidenses en la región será derribada. La semana pasada, cazas venezolanos sobrevolaron brevemente un buque militar de EE. UU. en el mar Caribe, un incidente que incrementó aún más las ya delicadas relaciones entre Washington y Caracas. Ante esto, el Pentágono respondió con el despliegue inmediato de una decena de cazas F-35 en Puerto Rico, reforzando la presencia militar en la zona.

Un despliegue sin precedentes y la “mano dura” de Washington

La presencia militar estadounidense en el Caribe, parte de una operación antidrogas, es uno de los contingentes navales más grandes de las últimas décadas en la región. Actualmente, ocho barcos militares equipados con misiles y un submarino de propulsión nuclear patrullan las aguas cercanas a Venezuela, mientras que los F-35 operan desde una base aérea en Puerto Rico.

Washington justifica este operativo por el aumento del tráfico de drogas desde territorio venezolano hacia Norteamérica. Trump ha acusado al régimen de Maduro de permitir la entrada de “miles de millones de dólares en drogas” a Estados Unidos y de liberar a “sus peores prisioneros” para que lleguen a territorio estadounidense. En este marco, el presidente estadounidense defendió la necesidad de una política de “mano dura” para frenar el narcotráfico y la inmigración ilegal.

El trasfondo de estas tensiones incluye acusaciones formales de Estados Unidos contra Maduro por “narcoterrorismo” y su liderazgo del Cártel de los Soles, así como la reciente elevación de la recompensa por su captura a USD 50 millones. Washington ha vinculado al mandatario venezolano con el cártel de Sinaloa de México y ha utilizado legislación antiterrorista para justificar acciones militares y de vigilancia. El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, también defendió el uso de la fuerza contra los narcotraficantes que “envenenan” a los norteamericanos, calificándolo como “el mejor uso de nuestras fuerzas armadas”.

En un movimiento simbólico y significativo, Trump firmó una orden ejecutiva para cambiar el nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra, recuperando la denominación histórica de la institución. El secretario Pete Hegseth explicó que la medida busca “restaurar el espíritu guerrero” del Ejército estadounidense, mientras que el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, aseguró que el nuevo Departamento de Guerra “va a luchar de manera decisiva, no en conflictos interminables. Va a luchar para ganar, no para no perder”.

La respuesta de Maduro: “Lucha armada” ante la agresión

Por su parte, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, acusado por la Justicia norteamericana de liderar el Cartel de los Soles, amenazó con una “lucha armada” si se produce una agresión militar de Estados Unidos. Durante un acto transmitido en cadena nacional, Maduro afirmó que Venezuela se encuentra en una “fase de alistamiento y preparación”, con la activación y entrenamiento de la Milicia Nacional Bolivariana. Sostuvo que la respuesta a una eventual agresión sería “planificada, organizada, de todo el pueblo contra la agresión”, justificándola como una defensa de la paz, la integridad territorial y la soberanía.

El canciller venezolano, Yván Gil, calificó el despliegue de aviones estadounidenses como una amenaza directa contra el régimen de Maduro. La situación se mantiene en un punto de máxima tensión, con la incertidumbre sobre las próximas acciones de ambos países.

​La tensión entre Estados Unidos y Venezuela alcanzó un nuevo punto álgido este domingo, luego de que el presidente norteamericano, Donald Trump, respondiera con un escueto pero cargado “Ya verán” al ser consultado sobre si evalúa ordenar ataques contra el narcotráfico, específicamente contra el Cartel de los Soles, dentro del territorio venezolano. Esta declaración se produce en un contexto de creciente despliegue militar de Washington en el Caribe y acusaciones directas contra Nicolás Maduro.El mensaje de Trump surge días después de que advirtiera que cualquier aeronave venezolana que represente una amenaza para las fuerzas estadounidenses en la región será derribada. La semana pasada, cazas venezolanos sobrevolaron brevemente un buque militar de EE. UU. en el mar Caribe, un incidente que incrementó aún más las ya delicadas relaciones entre Washington y Caracas. Ante esto, el Pentágono respondió con el despliegue inmediato de una decena de cazas F-35 en Puerto Rico, reforzando la presencia militar en la zona.Un despliegue sin precedentes y la “mano dura” de WashingtonLa presencia militar estadounidense en el Caribe, parte de una operación antidrogas, es uno de los contingentes navales más grandes de las últimas décadas en la región. Actualmente, ocho barcos militares equipados con misiles y un submarino de propulsión nuclear patrullan las aguas cercanas a Venezuela, mientras que los F-35 operan desde una base aérea en Puerto Rico.Washington justifica este operativo por el aumento del tráfico de drogas desde territorio venezolano hacia Norteamérica. Trump ha acusado al régimen de Maduro de permitir la entrada de “miles de millones de dólares en drogas” a Estados Unidos y de liberar a “sus peores prisioneros” para que lleguen a territorio estadounidense. En este marco, el presidente estadounidense defendió la necesidad de una política de “mano dura” para frenar el narcotráfico y la inmigración ilegal.El trasfondo de estas tensiones incluye acusaciones formales de Estados Unidos contra Maduro por “narcoterrorismo” y su liderazgo del Cártel de los Soles, así como la reciente elevación de la recompensa por su captura a USD 50 millones. Washington ha vinculado al mandatario venezolano con el cártel de Sinaloa de México y ha utilizado legislación antiterrorista para justificar acciones militares y de vigilancia. El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, también defendió el uso de la fuerza contra los narcotraficantes que “envenenan” a los norteamericanos, calificándolo como “el mejor uso de nuestras fuerzas armadas”.En un movimiento simbólico y significativo, Trump firmó una orden ejecutiva para cambiar el nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra, recuperando la denominación histórica de la institución. El secretario Pete Hegseth explicó que la medida busca “restaurar el espíritu guerrero” del Ejército estadounidense, mientras que el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, aseguró que el nuevo Departamento de Guerra “va a luchar de manera decisiva, no en conflictos interminables. Va a luchar para ganar, no para no perder”.La respuesta de Maduro: “Lucha armada” ante la agresiónPor su parte, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, acusado por la Justicia norteamericana de liderar el Cartel de los Soles, amenazó con una “lucha armada” si se produce una agresión militar de Estados Unidos. Durante un acto transmitido en cadena nacional, Maduro afirmó que Venezuela se encuentra en una “fase de alistamiento y preparación”, con la activación y entrenamiento de la Milicia Nacional Bolivariana. Sostuvo que la respuesta a una eventual agresión sería “planificada, organizada, de todo el pueblo contra la agresión”, justificándola como una defensa de la paz, la integridad territorial y la soberanía.El canciller venezolano, Yván Gil, calificó el despliegue de aviones estadounidenses como una amenaza directa contra el régimen de Maduro. La situación se mantiene en un punto de máxima tensión, con la incertidumbre sobre las próximas acciones de ambos países.  La Voz