• 8 de octubre de 2025 13:29

Detuvieron a Pequeño J, el supuesto autor intelectual del triple crimen

Porradioplayjujuy

Oct 1, 2025

La Policía Nacional de Perú detuvo a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias Pequeño J, el sindicado autor material de los homicidios de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, cuyos cuerpos mutilados fueron enterrados en el fondo de una casa de Florencio Varela.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense. Los voceros consultados dijeron que la detención se concretó con información que aportaron detectives de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

“Teníamos el dato de que ayer se iba a encontrar en Lima con Matías Ozorio, su lugarteniente”, dijeron los voceros consultados.

Ozorio, un ciudadano argentino de 28 años, fue detenido ayer a las 10 por personal de la policía peruana.

Pequeño J se dirigía al punto de encuentro con Ozorio, pero en vez de encontrarse con su ladero se topó con el personal de la Policía Nacional de Perú y quedó detenido”, explicaron fuentes de la investigación.

El sindicado autor intelectual del triple crimen de Florencio Varela fue atrapado en Pucusana, una zona de pescadores y de balnearios, situada a 70 kilómetros de Lima cuando se desplazaba en un camión.

Teníamos intervenidas las líneas telefónicas utilizadas por Pequeño J y Ozorio. Seguíamos los pasos de los dos sospechosos y sus planes futuros”, sostuvieron fuentes del caso.

En un comunicado de prensa, la policía peruana explicó que la detención de Pequeño J y de Ozorio se concretó después del “despliegue de inteligencia y acción coordinada” entre la Dirección Antidrogas local y el Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA).

Pero cerca de la medianoche argentina, en una conferencia de prensa, el general Zenón Santos Loayza Díaz jede de la Dirección de Antidrogas de la Policía Nacional de Perú, confirmó que la Policía de la Provincia de Buenos Aires aportó información clave para detener a Pequeño J.

Loayza Díaz contó que Pequeño J llegó a Perú vía terrestre desde Bolivia y que había contrato “los servicios” para que lo llevaran hasta la ciudad de Lima.

También resaltó la “coordinación y cooperación” y la “comunicación directa” con el comisario mayor Flavio Marino, jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) La Matanza de la policía bonaerense.

Fuentes de la investigación explicaron a LA NACION que mañana se definirá si Ozorio es expulsado de Perú, en cambio, Pequeño J, al ser ciudadano peruano, será sometido a un proceso de extradición.

Quiero felicitar a la Policía Nacional del Perú por el enorme trabajo y la colaboración en la captura de los dos prófugos del triple crimen. La Dirección Antidrogas detuvo a Pequeño J en Pucusana, mostrando que cuando se trabaja con decisión y coordinación, los delincuentes no tienen dónde esconderse. El que las hace, las paga”, detalló la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en su cuenta de la red X.

Poco antes había utilizado la funcionaria nacional también la red X para informar sobre la captura de Ozorio. “El prófugo Matías Agustín Ozorio fue detenido en la ciudad de Lima en un trabajo conjunto de la Policía Nacional de Perú e Interpol de PFA. Estamos trabajando su extradición a la Argentina para hacer frente a la Justicia por el triple crimen”, consignó Bullrich.

Según pudo saber LA NACION de fuentes de la investigación, Ozorio fue detenido en la ciudad de Lima, por personal de la policía peruana, en un trabajo coordinado con División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA).

“Se llegó a él después de una serie de intervenciones telefónicas”, dijeron las fuentes consultadas.

Cuando le pusieron las esposas, Ozorio sostuvo: “Me trajeron de engañado unos narcos mafiosos a los que le debía plata”.

Una de las últimas medidas que había tomado el primer fiscal de la causa, Gastón Duplaá, fue pedir la captura internacional de Ozorio, medida ordenada el jueves a la noche por el juez de Garantías de La Matanza Fernando Pinos Guevara.

“Por disposición del doctor Guevara, juez de Garantías de La Matanza, tengo el agrado de dirigirme a usted en la Investigación Penal Preparatoria (IPP) dirigida a Matías Agustín Ozorio y otros, en el orden del delito de homicidio agravado por cometerse con el concurso premeditado de dos o más personas, con ensañamiento, con alevosía y por mediar violencia de género reiterado en tres hechos”, se afirmaba en el oficio enviado a la Subsecretaría de Cooperación con el Poder Judicial Ministerio Público y Legislatura de la cartera conducida por la ministra Patricia Bullrich con la orden de captura nacional e internacional de Ozorio.

La alerta roja de Interpol contra Ozorio

En el documento se hizo una “breve reseña” del hecho por el que se ordenó la captura del sospechoso: “Entre los días viernes pasado, aproximadamente entre las 22.30, y el martes último, aproximadamente a las 18, un número indeterminado de sujetos de distinto sexo, entre los que se encontraban Maximiliano Parra, Daniela Ibarra, Miguel Ángel Villanueva Silva, Celeste González Guerrero, Julio Valverde y/o Montaña y/o Pequeño Jota [cuando todavía no tenían identificado al supuesto autor intelectual del triple crimen] y Matías Agustín Ozorio actuando con división de roles, en el interior del domicilio situado en Chanar 702, en Villa Vatteone, Florencio Varela, y con claras intenciones de causarles la muerte, aplicaron múltiples golpes de puño, patadas y diversos cortes utilizando armas blancas sobre la superficie corporal de la humanidad de Verdi, de 20 años; Del Castillo, de 20, y de Gutiérrez, de 15, ocasionándoles lesiones de tal magnitud que provocaron su deceso. Obraron a traición y sobre seguro, aumentando intencionalmente y de manera inhumana el sufrimiento al causar padecimientos innecesarios que van más allá de lo necesario para cometer el acto, concurso premeditado de todos ellos y aprovechando los masculinos su condición biológica dominante de género sobre las víctimas mujeres”.

Después, la investigación pasó al fiscal Adrián Arribas, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en homicidios de La Matanza, quien pidió la orden de captura internacional de Pequeño J.

“Analizado que fuera el requerimiento efectuado por el Ministerio Público Fiscal, la totalidad de las consideraciones allí vertidas y los elementos de convicción acompañados a las presentes actuaciones, surge que existen elementos suficientes e indicios vehementes de la comisión de los delitos de homicidio agravado por cometerse con el concurso premeditado de dos o más personas, con ensañamiento, con alevosía y por mediar violencia de género reiterado en tres hechos“, se sostuvo en la orden de captura nacional e internacional de sindicado autor material del triple crimen.

La causa ya tenía siete detenidos. Los primeros fueron atrapados en el momento en que la policía bonaerense buscaba en Florencio Varela a las jóvenes desaparecidas. Esos cuatro sospechosos fueron identificados como Andrés Parra, Miguel Villanueva Silva, Celeste González Guerrero y Daniela Ibarra. Los cuatro se negaron a declarar cuando fueron indagados y fueron imputados por “homicidio calificado por haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas, por ser cometido por alevosía y ensañamiento y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediante violencia de género”.

También se negó a declarar Ariel Giménez, que fue la persona que supuestamente cavó el pozo en el que fueron arrojados los cuerpos de Brenda, Morena y Lara.

En cambio, sí se prestaron a dar declaración indagatoria ante el fiscal Arribas, Lázaro Víctor Sotacuro y su sobrina Florencia Ibáñez, que fueron señalados como ocupantes del Volkswagen Fox blanco con techo negro que fue observado por cámaras de seguridad en Florencio Varela a las 22.40 del día en que mataron a las tres jóvenes. Estaba estacionado cerca de la escena del crimen.

Sotacuro había intentado escaparse al cruzar la frontera con Bolivia, pero fue detenido por la policía de ese país en la ciudad de Villazón. Al tratarse de un ciudadano peruano que había ingresado de forma ilegal en Bolivia, las autoridades de ese país decidieron expulsarlo de manera inmediata a la Argentina, por lo que no tuvo que enfrentar un proceso de extradición. Diferente puede ser el caso del peruano narco conocido como Pequeño J, ya que tras su arresto comenzará el proceso de extradición para que pueda ser imputado formalmente por la Justicia argentina.

El caso generó una fuerte conmoción social, por la sanguinaria forma en que fueron asesinadas las tres jóvenes. El móvil del triple crimen aún no fue definido en el expediente judicial. Trascendió que el origen de la brutal masacre sería una venganza por el robo de dinero y drogas, pero por el momento esa hipótesis no fue totalmente establecida por los investigadores.

​Se trata de Tony Janzen Valverde Victoriano, de 20 años: también fue atrapado uno de sus laderos, Matías Ozorio  Seguridad