• 7 de septiembre de 2025 15:36

Colapinto ante La Voz desde Monza: “Al auto le falta motor”

Porradioplayjujuy

Sep 6, 2025

Éstos autódromos que gozan de buena salud por su historia, como Monza y otros pocos —fundamentalmente europeos—, han sobrevivido a pesar del crecimiento urbanístico donde están ubicados. Son legendarios y ricos en antecedentes, pero cada año que son anfitriones de la F1 se las ven de coronillas para adquirir agilidad y movilidad de tránsito, debido a que sus accesos son estrechos y están enclavados en sitios densamente poblados.

La paciencia es el arte de los tifosi en este caso, porque llegar hasta tu lugar dentro del parque no es tarea sencilla, aunque seas espectador, piloto o responsable del evento.

El negocio de la F1 sigue creciendo: los “Paddock Club” —espacios VIP que se venden— cada vez son más grandes y generan ingresos fuertes de divisas. Por ejemplo, acá la prensa ha sido víctima de ello, porque trasladaron la sala fuera del edificio principal y la desplazaron lejos del corazón de la pista.

Les diría que verlo en casa al espectáculo o hacerlo en el nuevo lugar es casi lo mismo, porque te guías por los monitores, pero con un poco más de estadísticas de cada vuelta. Lo diferente, obvio, es que en doscientos metros están los equipos y todo a disposición de los acreditados, aunque la pista sea ajena a nuestra visión.

Colapinto busca la clasificación en Monza (Alpine)

Aquellos que desean ver los autos y su comportamiento deben trasladarse hacia las gradas, donde el público italiano palpita el evento y alienta a los coches de Maranello cada vez que pasan; lo hagan una o setenta veces, siempre expresan su fervor.

Por eso me alerta cuando escucho a funcionarios de turno decir que en Buenos Aires los accesos son obsoletos en el Gálvez —como poniendo excusas— y pienso en Monza, Silverstone, Spa o Barcelona (donde demoré dos horas para retirarme este año), o incluso Mónaco, que a pesar de su contextura y ubicación tiene muy aceitada la manera de entrar o salir.

Estos autódromos tienen memoria y coordinan cada año formas más ágiles de trabajar, pero la demanda no cesa. El espectáculo crece y la gente admite los contratiempos que hay, pero apuesta lo mismo por participar.

Hoy, tras un día difícil y de calor intenso, los Alpine volvieron a estar lejos, y Colapinto terminó en la posición 18, desplazando a su experimentado compañero al 19º lugar y superándolo por apenas poco más de 100 milésimas. En el sector de entrevistas le comentó a este diario:

“Al auto le falta motor, es muy lento en las rectas. No tenemos chances, trabajamos mucho para mejorar y, si bien hemos avanzado, no alcanzó. Largamos los dos desde atrás y veremos cómo transcurre la carrera”.

-¿Te da tranquilidad haber estado en los tiempos de Gasly y haberlo superado hoy?

-Sí, no deja de ser bueno. Pero no creo que sea lo más relevante ahora. Tenemos que enfocarnos en la carrera, sabiendo que con la potencia que tenemos damos ventaja.

Por último, con respecto a sus expectativas para mañana, dijo:

“Te repito, todo dependerá de cómo transcurra la competencia. Pueden pasar muchas cosas y, si bien estamos lejos, debemos esperar para ver qué sucede”.

Finalmente, luego de responder al requerimiento de muchos colegas de distintas partes del mundo, con gestos de agotamiento, se retiró hacia el hospitality de su equipo acompañado por Sam Sullivan, quien con paciencia coordina la logística de las entrevistas.

Cuando nos retirábamos del autódromo, se hizo pública por primera vez en lo que va del fin de semana la expresión de Flavio Briatore con respecto al futuro de Colapinto:

“En las últimas carreras evolucionó bastante, viene bien y tenemos 4 o 5 carreras para decidir qué va a pasar el año que viene. Puede ser el hombre correcto”.

Muy loco lo de este hombre: el sábado pasado lo quería bajar y ahora gira abruptamente en sus conceptos.

En definitiva, nos despedimos hasta mañana pensando que el mandamás, en vez de tirar pálidas, esta vez le acercó un salvavidas al piloto de Pilar.

Éstos autódromos que gozan de buena salud por su historia, como Monza y otros pocos —fundamentalmente europeos—, han sobrevivido a pesar del crecimiento urbanístico donde están ubicados. Son legendarios y ricos en antecedentes, pero cada año que son anfitriones de la F1 se las ven de coronillas para adquirir agilidad y movilidad de tránsito, debido a que sus accesos son estrechos y están enclavados en sitios densamente poblados.La paciencia es el arte de los tifosi en este caso, porque llegar hasta tu lugar dentro del parque no es tarea sencilla, aunque seas espectador, piloto o responsable del evento.El negocio de la F1 sigue creciendo: los “Paddock Club” —espacios VIP que se venden— cada vez son más grandes y generan ingresos fuertes de divisas. Por ejemplo, acá la prensa ha sido víctima de ello, porque trasladaron la sala fuera del edificio principal y la desplazaron lejos del corazón de la pista.Les diría que verlo en casa al espectáculo o hacerlo en el nuevo lugar es casi lo mismo, porque te guías por los monitores, pero con un poco más de estadísticas de cada vuelta. Lo diferente, obvio, es que en doscientos metros están los equipos y todo a disposición de los acreditados, aunque la pista sea ajena a nuestra visión.Aquellos que desean ver los autos y su comportamiento deben trasladarse hacia las gradas, donde el público italiano palpita el evento y alienta a los coches de Maranello cada vez que pasan; lo hagan una o setenta veces, siempre expresan su fervor.Por eso me alerta cuando escucho a funcionarios de turno decir que en Buenos Aires los accesos son obsoletos en el Gálvez —como poniendo excusas— y pienso en Monza, Silverstone, Spa o Barcelona (donde demoré dos horas para retirarme este año), o incluso Mónaco, que a pesar de su contextura y ubicación tiene muy aceitada la manera de entrar o salir.Estos autódromos tienen memoria y coordinan cada año formas más ágiles de trabajar, pero la demanda no cesa. El espectáculo crece y la gente admite los contratiempos que hay, pero apuesta lo mismo por participar.Hoy, tras un día difícil y de calor intenso, los Alpine volvieron a estar lejos, y Colapinto terminó en la posición 18, desplazando a su experimentado compañero al 19º lugar y superándolo por apenas poco más de 100 milésimas. En el sector de entrevistas le comentó a este diario:“Al auto le falta motor, es muy lento en las rectas. No tenemos chances, trabajamos mucho para mejorar y, si bien hemos avanzado, no alcanzó. Largamos los dos desde atrás y veremos cómo transcurre la carrera”.-¿Te da tranquilidad haber estado en los tiempos de Gasly y haberlo superado hoy?-Sí, no deja de ser bueno. Pero no creo que sea lo más relevante ahora. Tenemos que enfocarnos en la carrera, sabiendo que con la potencia que tenemos damos ventaja.Por último, con respecto a sus expectativas para mañana, dijo:“Te repito, todo dependerá de cómo transcurra la competencia. Pueden pasar muchas cosas y, si bien estamos lejos, debemos esperar para ver qué sucede”.Finalmente, luego de responder al requerimiento de muchos colegas de distintas partes del mundo, con gestos de agotamiento, se retiró hacia el hospitality de su equipo acompañado por Sam Sullivan, quien con paciencia coordina la logística de las entrevistas.Cuando nos retirábamos del autódromo, se hizo pública por primera vez en lo que va del fin de semana la expresión de Flavio Briatore con respecto al futuro de Colapinto:“En las últimas carreras evolucionó bastante, viene bien y tenemos 4 o 5 carreras para decidir qué va a pasar el año que viene. Puede ser el hombre correcto”.Muy loco lo de este hombre: el sábado pasado lo quería bajar y ahora gira abruptamente en sus conceptos.En definitiva, nos despedimos hasta mañana pensando que el mandamás, en vez de tirar pálidas, esta vez le acercó un salvavidas al piloto de Pilar.