Así como Leandro Paredes se perderá el próximo compromiso de Boca ante Estudiantes tras acumular su quinta amarilla —lo que le permitirá llegar “limpio” al Superclásico—, hay otro futbolista que vive una situación casi opuesta: Lautaro Di Lollo.
El defensor, que esquivó la sanción ante Barracas Central, llegará al partido del domingo en La Plata con cuatro amarillas y corre riesgo de quedar afuera del cruce ante River si vuelve a ser amonestado.
Afianzado en el fondo junto a Ayrton Costa, el zaguero surgido del club se transformó en una pieza clave en la levantada defensiva del equipo. La dupla logró disipar los fantasmas de fragilidad que preocupaban al Xeneize a comienzos de año y se consolidó como una de las principales fortalezas del conjunto de Diego Martínez.
Sin embargo, Di Lollo no tendrá margen de error: un cálculo mal medido, una entrada a destiempo o una protesta de más podrían dejarlo afuera del Superclásico del 9 de noviembre.
A su favor, los números: hace tres fechas que juega condicionado por las cuatro amarillas y no recibió ninguna nueva amonestación. Supo convivir con la presión y, por ahora, viene saliendo airoso.
River, con tres defensores al borde de la suspensión
En la otra vereda, River también tiene motivos para preocuparse. El equipo de Marcelo Gallardo, ya eliminado de la Copa Argentina y aún peleando por clasificar a la próxima Copa Libertadores, llega al tramo final del Torneo Clausura sin margen de error.
Antes del Superclásico frente a Boca, el Millonario deberá enfrentar a Gimnasia, y el “Muñeco” sabe que tiene tres defensores al límite de amonestaciones: Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero y Marcos Acuña.
Los tres se convirtieron en pilares del equipo, y su solidez en el fondo —junto a Gonzalo Montiel— es una de las pocas certezas en un año irregular. Por eso, Gallardo asumirá el riesgo de mantenerlos en cancha pese a la posibilidad de que alguno reciba la quinta amarilla.
El DT considera que Acuña no tiene reemplazante natural (con Milton Casco en bajo nivel y Rivero como alternativa ocasional), pero confía en su experiencia para evitar sanciones.
En caso de que alguno de los centrales llegue al límite, Paulo Díaz se perfila como la principal opción para ocupar un lugar en la zaga. Si el escenario es más adverso —con más de un suspendido—, Gallardo podría recurrir a Sebastián Boselli, Casco o incluso Juan Carlos Portillo, que ya demostró solvencia como marcador central o lateral izquierdo.
De todos modos, en Núñez nadie quiere pensar en esa posibilidad. Con el Superclásico a la vista y los puntos en juego decisivos, River y Boca viven el mismo dilema: cómo sostener el equilibrio entre cuidar a sus figuras y competir al máximo.
Así como Leandro Paredes se perderá el próximo compromiso de Boca ante Estudiantes tras acumular su quinta amarilla —lo que le permitirá llegar “limpio” al Superclásico—, hay otro futbolista que vive una situación casi opuesta: Lautaro Di Lollo.El defensor, que esquivó la sanción ante Barracas Central, llegará al partido del domingo en La Plata con cuatro amarillas y corre riesgo de quedar afuera del cruce ante River si vuelve a ser amonestado.Afianzado en el fondo junto a Ayrton Costa, el zaguero surgido del club se transformó en una pieza clave en la levantada defensiva del equipo. La dupla logró disipar los fantasmas de fragilidad que preocupaban al Xeneize a comienzos de año y se consolidó como una de las principales fortalezas del conjunto de Diego Martínez.Sin embargo, Di Lollo no tendrá margen de error: un cálculo mal medido, una entrada a destiempo o una protesta de más podrían dejarlo afuera del Superclásico del 9 de noviembre.A su favor, los números: hace tres fechas que juega condicionado por las cuatro amarillas y no recibió ninguna nueva amonestación. Supo convivir con la presión y, por ahora, viene saliendo airoso.River, con tres defensores al borde de la suspensiónEn la otra vereda, River también tiene motivos para preocuparse. El equipo de Marcelo Gallardo, ya eliminado de la Copa Argentina y aún peleando por clasificar a la próxima Copa Libertadores, llega al tramo final del Torneo Clausura sin margen de error.Antes del Superclásico frente a Boca, el Millonario deberá enfrentar a Gimnasia, y el “Muñeco” sabe que tiene tres defensores al límite de amonestaciones: Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero y Marcos Acuña.Los tres se convirtieron en pilares del equipo, y su solidez en el fondo —junto a Gonzalo Montiel— es una de las pocas certezas en un año irregular. Por eso, Gallardo asumirá el riesgo de mantenerlos en cancha pese a la posibilidad de que alguno reciba la quinta amarilla.El DT considera que Acuña no tiene reemplazante natural (con Milton Casco en bajo nivel y Rivero como alternativa ocasional), pero confía en su experiencia para evitar sanciones.En caso de que alguno de los centrales llegue al límite, Paulo Díaz se perfila como la principal opción para ocupar un lugar en la zaga. Si el escenario es más adverso —con más de un suspendido—, Gallardo podría recurrir a Sebastián Boselli, Casco o incluso Juan Carlos Portillo, que ya demostró solvencia como marcador central o lateral izquierdo.De todos modos, en Núñez nadie quiere pensar en esa posibilidad. Con el Superclásico a la vista y los puntos en juego decisivos, River y Boca viven el mismo dilema: cómo sostener el equilibrio entre cuidar a sus figuras y competir al máximo.

