“Si querés saber sobre las vacantes judiciales, tenés que preguntar en la Casa Rosada”. Palabras más, palabras menos, en el Senado todos los dedos apuntan al Poder Ejecutivo cuando se habla sobre los cargos vacantes en la Justicia y cómo resolverá la administración de Javier Milei el tema ahora que salió fortalecido por la excelente elección de medio término del domingo.
Más allá de que sumará 12 senadores y que a partir del próximo 10 de diciembre tendrá una bancada de 18 legisladores propios, La Libertad Avanza seguirá necesitando negociar con la oposición los votos para poder avanzar y completar la enorme cantidad de casilleros vacíos que hay en el Poder Judicial y que durante el último año y medio el Gobierno no se preocupó por completar.
Ni hablar de los cargos que requieren el voto de los dos tercios de los presentes para poder ser cubiertos, como las dos vacantes de la Corte Suprema de Justicia y del Procurador General de la Nación. A pesar de la mala performance electoral del kirchnerismo, el oficialismo necesitará sí o sí negociar con toda o parte de la bancada de Unión por la Patria si quiere ocupar esos lugares vacantes.
Esto es así porque con los 28 senadores que tendrá durante los próximos dos años el bloque que conduce José Mayans (Formosa) y que, por ahora, en su mayoría está alineado a las órdenes de Cristina Kirchner, tiene la llave para bloquear cualquier nominación que no cuente con su visto bueno. Si el kirchnerismo sienta a toda su tropa, no hay forma de alcanzar la mayoría de los dos tercios necesarios para nombrar a un juez de la Corte o al jefe de los fiscales.
Desde que asumió Milei, la administración libertaria apenas si envío un puñado de pliegos judiciales, se pueden contar con los dedos de una mano, y todos fueron para extenderle por cinco años más la magistratura a jueces que, habiendo cumplido los 75 años, debían jubilarse.
Así, en los últimos 22 meses las vacantes en el Poder Judicial fueron aumentando hasta llegar a la inédita cifra del 36% de los cargos. El tema fue motivo de queja en la última reunión de la Comisión de Acuerdos del Senado, que preside Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital), en la que el jefe del bloque UCR, Eduardo Vischi (Corrientes), se quejó por la negativa del Poder Ejecutivo a enviar los pliegos a la Cámara alta, a pesar incluso de contar con varias ternas aprobadas por el Consejo de la Magistratura.
La protesta quedó plasmada en un proyecto firmado por la mayoría de los miembros de la comisión legislativa, en el que se insta al Poder Ejecutivo “a remitir con la mayor celeridad los pliegos correspondientes a las vacantes de magistrados del Poder Judicial, como así también los pliegos relativos a fiscales y defensores nacionales”.

¿Jueces por reformas?
El tema de los cargos en las justicias federal y nacional ha quedado eclipsado por la puja desatada por la insistencia del Gobierno en designar a Ariel Lijo y a Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte. Aquella disputa se zanjó en abril último de la peor manera para la Casa Rosada: el Senado rechazó ambos pliegos por amplia mayoría, en respuesta a la negativa del Gobierno a sentarse a negociar con la oposición.
Ahora, esos cargos podrían servirle al Gobierno para negociar los votos que necesitará para poder aprobar en el Senado el paquete de reformas estructurales -impositiva, laboral y previsional-, que la administración libertaria venía prometiendo enviar al Congreso después de las elecciones del 26 de octubre.
No es una moneda de cambio para nada despreciable para los gobernadores poder canjear su apoyo a las propuestas del Gobierno por la designación de gente afín a sus administraciones en lugares claves de la Justicia en sus territorios, como jueces o fiscales federales.
En este caso, los nombramientos se aprueban con mayoría simple, por lo que la Casa Rosada podría avanzar sin necesidad de tener que sentarse a negociar con el kirchnerismo, que en los últimos dos meses se convirtió en el principal impulsor de la rebelión legislativa que se tradujo en la sanción y en la insistencia de leyes rechazadas por el gobierno de Milei.
Y la paleta de colores es amplia para poder conseguir los 37 votos que le garantizarían la aprobación o sanción de las reformas en la Cámara alta. Así, a los seis miembros del bloque de Pro, virtuales aliados de los libertarios, se podrían sumar los diez miembros de la UCR, los dos del Fr,ente Renovador de la Concordia de Misiones y al menos, cinco representantes de fuerzas que, como los misioneros, gobiernan sus provincias en Neuquén, Chubut, Salta y Santa Cruz.
En realidad, sostiene un veterano senador, se trata de reconstruir la mayoría de 39 senadores que supo armar Victoria Villarruel en diciembre de 2023 y que el Gobierno se encargó de destruir este año con su política de alianzas electorales.
La victoria del domingo parece haber validado la estrategia de Karina Milei, que tantos dolores de cabeza le dio a su hermano en los últimos meses. Sin embargo, los números todavía no alcanzan para que el Gobierno pueda manejar el Congreso sin tejer alianzas.
A pesar de la contundente victoria del domingo, La Libertad Avanza necesita tejer alianzas para controlar el Congreso; oportunidad para negociar cargos en la justicia por las reformas que impulsará Milei Política

