“Qué curioso, a mi papá lo entrevistó La Voz años atrás y ahora nos toca a nosotros”, confiesa Santiago Rosa Bidinost, esbozando una sonrisa en la entrevista. Y es que la historia de esta familia cordobesa con la innovación no es nueva. Su padre, Alberto Luis Rosa, un reconocido genetista, dejó su huella con un hallazgo crucial que permitió a la industria farmacéutica tratar la distrofia muscular facioescapulohumeral.
Hoy, la antorcha de la vanguardia pasó a la siguiente generación, y tres hermanos Rosa Bidinost están colocando a Córdoba en el mapa global, pero esta vez, a través de los videojuegos.
Su estudio independiente, Robi Studios (la unión de los apellidos paterno-materno), fue seleccionado como uno de los diez estudios latinoamericanos para recibir financiamiento y mentoría de Google Play, un hito que va más allá de lo económico.
Detrás de este logro palpita una profunda pasión familiar, gestada por Gabriel, el tercer socio, cuya chispa original encendió la aventura de los videojuegos para todos.
Ahora, el estudio es coliderado por Mariana, la mente detrás de la administración, finanzas, marketing y producción; y Santiago, desde Barcelona, el visionario creativo que dirige el arte, los niveles y el ambiente de sus creaciones. Aunque Gabriel no pudo estar en la entrevista con La Voz, es parte del motor que impulsa este fascinante proyecto familiar.
Un lenguaje que los unió desde niños
Santiago de 34 años, Gabriel de 32, y Mariana de 29 se criaron de forma “muy unida”. Para ellos, los videojuegos no son solo un negocio, sino un lenguaje con el que comulgan desde que tenían tres o cuatro años.
Si bien Santiago proviene de un background en cine y publicidad, y Mariana del lado totalmente contable empresarial, fue Gabriel el socio que hace videojuegos “desde que tiene 11 años”, logrando así amalgamar a la familia en una pequeña pyme.
La llegada de Blue Fire y el reconocimiento de Google
Mariana reconoció que Blue Fire es un proyecto que tiene “mucha pasión y mucho recorrido de toda la vida”. Por ello, las cosas buenas que le suceden al juego -como este premio- son “muy relevantes para los tres”.
El juego fue seleccionado por Google Play para formar parte del programa Indie Games Fund, un fondo que busca impulsar el desarrollo de juegos independientes en América Latina.
El Indie Games Fund 2025 destinará U$S 2 millones a diez estudios seleccionados en Argentina, México, Chile, Brasil y Colombia. Además del incentivo económico, los equipos reciben mentorías personalizadas en estrategia, negocios, marketing y crecimiento. El objetivo principal de Google Play es “impulsar el talento latinoamericano” para que compita con los grandes desarrolladores.
El espaldarazo de Google, que implica una inversión de entre U$S 150.000 y 200.000, llega en un momento crucial. Mariana señaló que la industria indie global ha sido “muy compleja” en los últimos años debido a la alta competencia y la dificultad de financiación para equipos pequeños.
Este fondo de Google les llega “justo en un momento en donde empezamos a trabajar de nuevo en Blue Fire” y desde Robi lo sienten como un “empuje de fortaleza” y una recompensa por el trabajo realizado.
La calidad y la sensibilidad fueron claves para que Google seleccionara a al juego Blue Fire de Robi (la unión de los apellidos parteno-materno), que fue reconocido como uno de los que busca “conectar emocionalmente con los jugadores”.
Blue Fire es un juego de acción y aventuras en tercera persona con un gran enfoque en plataformas 3D y exploración. El juego se desarrolla en Penumbra, un mundo desolado de cuevas y túneles excavados por la Diosa en una tierra flotante.
Santiago definió a Blue Fire como “un juego hecho con mucho cariño… porque está hecho entre hermanos” y por un grupo de gente apasionada por el arte, el cine y la música. El juego de aventuras 3D invita a “perderse” con una “música hermosa hecha por un compositor cordobés” y una narrativa que cautivó a Google.
El estudio -con sede en la Capital- recibe semanalmente correos de jugadores que agradecen haber conectado con el juego o que les ha servido para “sacar la depresión” o conectar con sus hijos. Este nivel de conexión emocional es, para los hermanos, “la mayor prueba del fruto de su trabajo”.
El respaldo de Google no solo implica la llegada de Blue Fire al mundo móvil mediante Play Pass, sino una oportunidad para relanzar el proyecto.
Santiago explicó que este apoyo les permite enfocarse en aspectos que siempre quisieron mejorar, como el onboarding (la curva de dificultad) y la introducción gradual de mecánicas para que el juego sea más “placentero”.
Para los hermanos, esta es una “oportunidad enorme para llevar la propiedad intelectual a un lugar en donde puede estar”. Gracias a la audiencia fiel que les pide expansiones, el estudio contempla incluso la posibilidad de desarrollar Blue Fire 2 en el futuro.
La búsqueda de calidad y relaciones a largo plazo
Desde la visión de Google, Daniel Trocoli, Líder de Alianzas Estratégicas para Desarrolladores de Juegos en Latam, explicó a La Voz que el fondo se creó para atraer talentos de la región, que históricamente han preferido desarrollar primero para consolas o PC, hacia las plataformas Google Play y Android.
“Lo primordial es la calidad,” afirmó Trocoli, detallando el proceso de selección. Inicialmente, se realiza una etapa cuantitativa donde se evalúa el volumen de reseñas e instalaciones en otras plataformas. Los que pasan siguen a la etapa de calidad (que el juego sea divertido, pulido y con buena calidad visual). Por último, buscan conocer a los fundadores para establecer una relación de “largo plazo”.
Trocoli destacó que, en general, los juegos de Latinoamérica son “visualmente súper bien trabajados” y la parte musical -en este caso- es “increíble”.

Blue Fire fue presentado como un desafiante juego de aventuras en 3D ambientado en la tierra olvidada de Penumbra. Con mecánicas únicas de movimiento y que combinan plataformas aéreas y acción, el juego busca destacarse en el catálogo internacional.
Santiago Rosa Bidinost confirmó que el apoyo de Google marca lo que se puede considerar una segunda etapa. Aunque el juego se lanzó originalmente el 4 de febrero de 2021 (con exclusividad inicial en Nintendo Switch, seguido por PC, PlayStation y Xbox), el estudio tuvo que pausar ciertos desarrollos al año siguiente.
Para facilitar el acceso global, los juegos seleccionados se incorporan a Play Pass, el programa de suscripción de Google. Trocoli explicó que muchos desarrolladores latinoamericanos comienzan con juegos premium (de pago, sin economía in-app), y Play Pass permite a este contenido “súper bueno” llegar a suscriptores en todo el mundo “sin la barrera de precio”.
Trocoli añadió que el mundo móvil presenta un cambio de mentalidad para los desarrolladores de consola, acostumbrados a niveles de ventas de 10.000 o 50.000 copias. En móvil, con 3.000 millones de dispositivos Android en el mundo, las instalaciones pueden llegar “rápidamente a 200.000”.
Mariana Rosa Bidinost admitió que el crecimiento en el mercado móvil es un terreno nuevo para ellos. El estudio deberá definir si mantendrá el formato premium en el celular o si adaptará la jugabilidad para contemplar monetización o expansiones constantes, buscando un crecimiento inteligente en ese formato.
El talento argentino frente a la fuga de cerebros
Consultado sobre la calidad de los equipos creativos argentinos y latinoamericanos, Trocoli señaló que el Indie Games Fund es un programa que solo existe en Latinoamérica y que fue diseñado para enfrentar problemas específicos de la región. Uno de los “puntos dolor” identificados por Google es la necesidad de los estudios de hacer servicios (outsourcing) para subsistir, en lugar de enfocarse en productos propios.
Santiago coincidió en que la industria argentina tiene “muy buena calidad,” pero enfrenta desafíos históricos como la “clásica fuga de cerebros”. Señaló que la gente capaz de hacer productos se va a EE.UU., Asia o Europa ante las políticas cambiantes en Latam.
“Que Google invierta en Latinoamérica es una cosa enorme,” afirmó Santiago, destacando que el apoyo ayuda a mantener el talento en la región. Robi Studio, aunque conoce a “prácticamente toda la gente que hace videojuegos en la Argentina,” destaca que Córdoba es un polo dinámico con al menos cuatro o cinco estudios consolidados.
“Qué curioso, a mi papá lo entrevistó La Voz años atrás y ahora nos toca a nosotros”, confiesa Santiago Rosa Bidinost, esbozando una sonrisa en la entrevista. Y es que la historia de esta familia cordobesa con la innovación no es nueva. Su padre, Alberto Luis Rosa, un reconocido genetista, dejó su huella con un hallazgo crucial que permitió a la industria farmacéutica tratar la distrofia muscular facioescapulohumeral.Hoy, la antorcha de la vanguardia pasó a la siguiente generación, y tres hermanos Rosa Bidinost están colocando a Córdoba en el mapa global, pero esta vez, a través de los videojuegos. Su estudio independiente, Robi Studios (la unión de los apellidos paterno-materno), fue seleccionado como uno de los diez estudios latinoamericanos para recibir financiamiento y mentoría de Google Play, un hito que va más allá de lo económico.Detrás de este logro palpita una profunda pasión familiar, gestada por Gabriel, el tercer socio, cuya chispa original encendió la aventura de los videojuegos para todos. Ahora, el estudio es coliderado por Mariana, la mente detrás de la administración, finanzas, marketing y producción; y Santiago, desde Barcelona, el visionario creativo que dirige el arte, los niveles y el ambiente de sus creaciones. Aunque Gabriel no pudo estar en la entrevista con La Voz, es parte del motor que impulsa este fascinante proyecto familiar.Un lenguaje que los unió desde niñosSantiago de 34 años, Gabriel de 32, y Mariana de 29 se criaron de forma “muy unida”. Para ellos, los videojuegos no son solo un negocio, sino un lenguaje con el que comulgan desde que tenían tres o cuatro años.Si bien Santiago proviene de un background en cine y publicidad, y Mariana del lado totalmente contable empresarial, fue Gabriel el socio que hace videojuegos “desde que tiene 11 años”, logrando así amalgamar a la familia en una pequeña pyme.La llegada de Blue Fire y el reconocimiento de GoogleMariana reconoció que Blue Fire es un proyecto que tiene “mucha pasión y mucho recorrido de toda la vida”. Por ello, las cosas buenas que le suceden al juego -como este premio- son “muy relevantes para los tres”.El juego fue seleccionado por Google Play para formar parte del programa Indie Games Fund, un fondo que busca impulsar el desarrollo de juegos independientes en América Latina. El Indie Games Fund 2025 destinará U$S 2 millones a diez estudios seleccionados en Argentina, México, Chile, Brasil y Colombia. Además del incentivo económico, los equipos reciben mentorías personalizadas en estrategia, negocios, marketing y crecimiento. El objetivo principal de Google Play es “impulsar el talento latinoamericano” para que compita con los grandes desarrolladores.El espaldarazo de Google, que implica una inversión de entre U$S 150.000 y 200.000, llega en un momento crucial. Mariana señaló que la industria indie global ha sido “muy compleja” en los últimos años debido a la alta competencia y la dificultad de financiación para equipos pequeños.Este fondo de Google les llega “justo en un momento en donde empezamos a trabajar de nuevo en Blue Fire” y desde Robi lo sienten como un “empuje de fortaleza” y una recompensa por el trabajo realizado.La calidad y la sensibilidad fueron claves para que Google seleccionara a al juego Blue Fire de Robi (la unión de los apellidos parteno-materno), que fue reconocido como uno de los que busca “conectar emocionalmente con los jugadores”.Blue Fire es un juego de acción y aventuras en tercera persona con un gran enfoque en plataformas 3D y exploración. El juego se desarrolla en Penumbra, un mundo desolado de cuevas y túneles excavados por la Diosa en una tierra flotante.Santiago definió a Blue Fire como “un juego hecho con mucho cariño… porque está hecho entre hermanos” y por un grupo de gente apasionada por el arte, el cine y la música. El juego de aventuras 3D invita a “perderse” con una “música hermosa hecha por un compositor cordobés” y una narrativa que cautivó a Google.El estudio -con sede en la Capital- recibe semanalmente correos de jugadores que agradecen haber conectado con el juego o que les ha servido para “sacar la depresión” o conectar con sus hijos. Este nivel de conexión emocional es, para los hermanos, “la mayor prueba del fruto de su trabajo”.El respaldo de Google no solo implica la llegada de Blue Fire al mundo móvil mediante Play Pass, sino una oportunidad para relanzar el proyecto.Santiago explicó que este apoyo les permite enfocarse en aspectos que siempre quisieron mejorar, como el onboarding (la curva de dificultad) y la introducción gradual de mecánicas para que el juego sea más “placentero”.Para los hermanos, esta es una “oportunidad enorme para llevar la propiedad intelectual a un lugar en donde puede estar”. Gracias a la audiencia fiel que les pide expansiones, el estudio contempla incluso la posibilidad de desarrollar Blue Fire 2 en el futuro.La búsqueda de calidad y relaciones a largo plazoDesde la visión de Google, Daniel Trocoli, Líder de Alianzas Estratégicas para Desarrolladores de Juegos en Latam, explicó a La Voz que el fondo se creó para atraer talentos de la región, que históricamente han preferido desarrollar primero para consolas o PC, hacia las plataformas Google Play y Android.“Lo primordial es la calidad,” afirmó Trocoli, detallando el proceso de selección. Inicialmente, se realiza una etapa cuantitativa donde se evalúa el volumen de reseñas e instalaciones en otras plataformas. Los que pasan siguen a la etapa de calidad (que el juego sea divertido, pulido y con buena calidad visual). Por último, buscan conocer a los fundadores para establecer una relación de “largo plazo”.Trocoli destacó que, en general, los juegos de Latinoamérica son “visualmente súper bien trabajados” y la parte musical -en este caso- es “increíble”.Blue Fire fue presentado como un desafiante juego de aventuras en 3D ambientado en la tierra olvidada de Penumbra. Con mecánicas únicas de movimiento y que combinan plataformas aéreas y acción, el juego busca destacarse en el catálogo internacional.Santiago Rosa Bidinost confirmó que el apoyo de Google marca lo que se puede considerar una segunda etapa. Aunque el juego se lanzó originalmente el 4 de febrero de 2021 (con exclusividad inicial en Nintendo Switch, seguido por PC, PlayStation y Xbox), el estudio tuvo que pausar ciertos desarrollos al año siguiente.Para facilitar el acceso global, los juegos seleccionados se incorporan a Play Pass, el programa de suscripción de Google. Trocoli explicó que muchos desarrolladores latinoamericanos comienzan con juegos premium (de pago, sin economía in-app), y Play Pass permite a este contenido “súper bueno” llegar a suscriptores en todo el mundo “sin la barrera de precio”.Trocoli añadió que el mundo móvil presenta un cambio de mentalidad para los desarrolladores de consola, acostumbrados a niveles de ventas de 10.000 o 50.000 copias. En móvil, con 3.000 millones de dispositivos Android en el mundo, las instalaciones pueden llegar “rápidamente a 200.000”.Mariana Rosa Bidinost admitió que el crecimiento en el mercado móvil es un terreno nuevo para ellos. El estudio deberá definir si mantendrá el formato premium en el celular o si adaptará la jugabilidad para contemplar monetización o expansiones constantes, buscando un crecimiento inteligente en ese formato.El talento argentino frente a la fuga de cerebrosConsultado sobre la calidad de los equipos creativos argentinos y latinoamericanos, Trocoli señaló que el Indie Games Fund es un programa que solo existe en Latinoamérica y que fue diseñado para enfrentar problemas específicos de la región. Uno de los “puntos dolor” identificados por Google es la necesidad de los estudios de hacer servicios (outsourcing) para subsistir, en lugar de enfocarse en productos propios.Santiago coincidió en que la industria argentina tiene “muy buena calidad,” pero enfrenta desafíos históricos como la “clásica fuga de cerebros”. Señaló que la gente capaz de hacer productos se va a EE.UU., Asia o Europa ante las políticas cambiantes en Latam.“Que Google invierta en Latinoamérica es una cosa enorme,” afirmó Santiago, destacando que el apoyo ayuda a mantener el talento en la región. Robi Studio, aunque conoce a “prácticamente toda la gente que hace videojuegos en la Argentina,” destaca que Córdoba es un polo dinámico con al menos cuatro o cinco estudios consolidados.

