• 28 de octubre de 2025 17:09

Los Auténticos Decadentes montaron una fiesta a su medida en el Movistar Arena

Porradioplayjujuy

Sep 27, 2025

En abril de 1995, las cosas cambiaron bastante para Los Auténticos Decadentes. La publicación de Mi vida loca, su cuarto disco, dejó en claro que debajo de la fachada de un grupo de amigos en estado de viaje de egresados constante había un grupo con voracidad por el gusto popular y con la curiosidad suficiente como para mover su brújula artística a lo largo y ancho de los ritmos de un continente entero en un disco que ya desde su mismo título es una declaración de principios. El álbum no solo le dio a los Decadentes el empujón que les faltaba para tomar por asalto a la masividad, sino que sus cortes de difusión sonaron en recitales, fiestas de 15, casamientos, tribunas, actos escolares y cualquier reunión social posible, además de convertirse en pilares de sus conciertos aún treinta años después.

La gira con la que Los Auténticos Decadentes celebra los 30 años de Mi vida loca (que este viernes llegó al Movistar Arena y este sábado repite con entradas agotadas) tiene entonces una doble función. Por un lado, celebrar la vigencia de esas canciones que son piezas estables de su repertorio desde 1995, convertidas ya en títulos inamovibles de una lista ya de por sí desbordante de éxitos; por el otro, el rescate y la actualización de temas que fueron quedando en el camino y que tuvieron que esperar a 2025 para volver a sonar en vivo. En el medio entre una cosa y otra, un cancionero indestructible, el gen argentino hecho estribillo.

Los Decadentes, siempre una fiesta

Y aunque, al igual que en el disco, “La guitarra” fue el punto de partida de la noche, lo que siguió no fue un repaso lineal del álbum, sino que las trece canciones de Mi vida loca sonaron entrelazadas con un repaso por los demás rincones de su trayectoria. Después del ska por demás lúdico de “Me morí de risa”, Jorge Serrano tomó la posta y llevó las cosas al terreno del cuarteto (“Diosa”) y también de la cumbia romántica (“Corazón” y “Amor”, una power ballad que la banda supo reformular de manera magistral junto a Mon Laferte en su Unplugged para MTV). Con Cucho Parisi de vuelta en el escenario, “Pendeviejo” y “Los piratas” fueron una reivindicación y también una síntesis del ADN decadente: la guerra al paso del tiempo con la noche como campo de batalla.

Con “Besándote”, pasó al frente Diego Demarco, también responsable de “El gran señor” y de la bellísima “Turdera” una bossa nova ensamblada en la zona sur del Gran Buenos Aires, hermanada a su vez con la protorumba de “Las miradas”, cantada por Martín “Moska” Lorenzo (definido por Cucho como “nuestro grupo electrógeno”, por su rol en la dinámica grupal). “Qué le vamo’ a hacer”, en tanto, sirvió para entender con la música con la que dialogó Mi vida loca en 1995, un punto de contacto entre Mano Negra, Todos Tus Muertos y Café Tacuba en los albores del alterlatino. “Sigue tu camino”, en cambio, fue un chispazo rockero empujado desde la batería por el periodista Fer Molinero en calidad de invitado.

Rubén Rada, un invitado de lujo en el show por los 30 años de Mi Vida Loca de Los Auténticos Decadentes

Casi en un opuesto de climas, “Vení, Raquel” y “Un osito de peluche de Taiwán” fueron de la algarabía al intimismo, antes de volver a poner el foco en Mi vida loca con “El pájaro vio el cielo y se voló”, ya a esta altura un clásico de sus shows. La búsqueda fue un poco más profunda en “La chica del sur”, una historia de amor ambientada en los bares de Lanús, y apostó por más en “Mil noches”, cantada por el guitarrista Nito Montecchia junto a Nico Landa (líder de Los Animalitos y personaje satelital en el universo decadente), un calipso de Casiotone decorado con la guitarra slide de Demarco. La última cuota del repaso histórico llegaría más cerca del final con “Aguinaldo (frío calor)” y “Esta locura no se puede parar” un corrido rabioso que deviene en un punk enérgico comandado por Eduardo Trípodi y su voz aguardentosa.

Un invitado de lujo

Luego de “No me importa el dinero” y “La prima lejana”, Los Auténticos Decadentes invitaron al escenario a un referente clave para su vínculo con la música rioplatense. Con sus 82 a cuestas, Rubén Rada se ubicó detrás de dos tumbadoras para “Siga el baile” (curiosamente no estuvo presente en “El murguero”, que sonó inmediatamente antes), y luego la banda le devolvió la gentileza interpretando su “Cha, cha, muchacha”. Una vez terminada la canción, Rada retrocedió en el escenario pero no lo abandonó, y siguió aportando al andamiaje rítmico en “Cómo me voy a olvidar” y la autodefinida “Somos”, cuya letra sintetiza a la perfección el espíritu decadente hoy y siempre (“Soldado de plomo de tu alegría, somos la fruta prohibida, el desborde criollo que cura las heridas”).

Los Auténticos Decadentes montaron una fiesta a su medida en el Movistar Arena

Pasadas las dos horas de show, la siempre efectiva “Loco (tu forma de ser)” guió el camino a la última estocada encarnada en “Y la banda sigue”, una despedida bastante autobiográfica y referencial para graficar a una banda que tocó en festipunks, tropicales, bar mitzvahs y en el Luna Park. Todo ese recorrido hizo posible celebrar las tres décadas de su disco más emblemático, y seguramente sea el motor el año próximo de un nuevo festejo cuando se cumplan los cuarenta años de la formación de la banda. O, como lo sintetizó el propio Cucho Parisi mientras saludaba al público: “Mientras Micka Jagger siga moviendo el culo, nosotros vamos a seguir tocando”.

​A 30 años de la edición de Mi vida loca, el álbum que les cambió la carrera, la banda celebra con un show repleto de clásicos  Música