River mereció ganar, pero no pudo quebrar el 0-0 ante Monterrey, por la segunda fecha del Grupo E del Mundial de Clubes. ¿Qué dejó el partido desde lo futbolístico? ¿Cómo impactará este desarrollo en la última fecha ante un equipo poderoso como Inter? El desafío de Marcelo Gallardo será cómo rearmar el mediocampo, ya que perdió por tarjetas a Enzo Pérez, Giuliano Galoppo y Kevin Castaño. Pero el desarrollo le ofreció un buen ensayo de cara a lo que viene.
¿Hace cuánto que un equipo no se animaba a atacar a River? ¿Hace cuánto que el equipo de Gallardo no se medía con un adversario que no lo respetara tanto? ¿Estudiantes en el Monumental? ¿Atlético Mineiro en Brasil? ¿El Racing de Costas? El Monterrey de Domènec Torrent no sólo se animó a salir jugando desde el fondo pese a la presión alta del Millonario, sino que además se animó a atacar sin saltear líneas pero a máxima velocidad.
La elección de Gallardo marcó una intención: más volantes que delanteros. El estilo no se negocia y se sabía que River iba a salir con una idea protagonista. El esquema se repitió también, el habitual 4-3-3 de los últimos tiempos, pero ante la baja de Driussi, el reemplazante fue Maxi Meza, lo que generó el movimiento de Colidio, desde la izquierda al centro. También quizás fue pensado en el “duelo de velocidades”. Si Borja tenía alguna duda todavía con respecto a la valoración que tiene en este momento Gallardo sobre su figura, lo confirmó. Pero hubo un argumento táctico: Colidio como 9 podría presionar bien alto y de manera sostenida de una manera que al colombiano se le complicaría desde los recursos y la energía a gastar. Y Colidio recuperó un par en esas salidas, aunque luego las acciones no fueron lo suficientemente eficaces en las finalizaciones.
En esa batalla de las velocidades, el primero en quedar expuesto fue Enzo Pérez, que fue amonestado a los 17 minutos por una falta sobre Deossa. Más allá de que Castaño y Galoppo tienen características mixtas para darle una mano a Enzo Pérez, al caudillo de 39 años pareció quedarle muy grande el campo ante cada aceleración del medio campo de Monterrey. El exGodoy Cruz y Estudiantes también había visto la amarilla en el primer tiempo ante Urawa Red Diamonds, a los 24 minutos. Castaño también fue amonestado este sábado, pero a los 27, porque cortó a Jesús Corona en un contraataque a velocidad luz luego de… un córner a favor de River. El equipo argentino supo que no podía relajarse para marcar ni siquiera en un tiro de esquina a favor. Otro indicio: Paulo Díaz tuvo que cometerle una infracción tirándose de cabeza para que Berterame, en posición de wing derecho, no se lleve la pelota. Otro retrato del cruce fue los agarrones entre Montiel y Ocampos.
Lo mejor del partido
River se encontraba, ante esta situación, con una dificultad mayor: como recuperaba cerca de su área, cada rechazo o intento de “salida larga” encontraba a los más adelantados del equipo demasiado lejos del arco rival. Por eso su posesión del balón fue mucho más baja de la habitual: 39%. Y así se le dificultó construir, más allá de algunos arranques electrizantes de Mastantuono. El número 30, retrocedió para colaborar defensivamente y recuperó una pelota como “lateral derecho bis” en una acción que hizo rebotar la pelota ante Ocampos. Pero de nuevo: no es común ver a River recuperando pelotas cerca de Armani. Es una ecuación pocas veces vista: sucedió que Monterrey puso una postal como la que suele verse con River en la Liga Profesional argentina.
Cada fricción sacó chispas, en una primera etapa donde hubo 23 faltas (13 del Millonario). Y con el correr del segundo tiempo acumuló amarillas con Meza y Galoppo.
Pero, claro, también era importante la técnica al servicio del esfuerzo. Y River no se quedó atrás. Con Mastantuono como abanderado de cada avance, generó también triangulaciones y desmarques en los que también participaron Meza, Acuña (con sus centros), Castaño y Galoppo. O como la aceleración de Colidio como falso 9 en la apertura de la jugada en la que Mastantuono enganche y remata al ángulo, haciendo lucir a Andrada con ese manotazo al córner.
El segundo tiempo fue mucho más favorable a River y quizás por eso ingresó Borja como 9. Gallardo hizo dos cambios ofensivos, con el ingreso adicional de Nacho Fernández por Galoppo. La chance para demostrar, corriéndose Colidio como wing izquierdo. Torrent, DT de Monterrey, tomó nota y pasó a defender con línea de 5, con Corcho Rodríguez de líbero, con Medina y Sergio Ramos a sus costados. Ese retoque duró poco desde los nombres, porque Guzmán reemplazó a Rodríguez, quedando Ramos como último hombre.
River se quedó con la velocidad final, con esa habilitación de Colidio para el mano a mano que Andrada le desvió a Borja y ante un rival que terminó apostando a defender el punto. En el duelo de “velocidades”, arrancó en desventaja y se terminó acomodando mejor, pero no pudo acelerar como pretendía para quedarse mejor parado en el grupo. Y deberá afrontar el último partido con muchas bajas en una zona sensible como el mediocampo. Como consuelo estará la respuesta actitudinal y de juego ante un rival que lo empezó a atacar como hacía tiempo no sucedía. Quizás, un buen ensayo para lo que le espera con Inter.
El primer tiempo se vio un espejo de lo que sucede en la Liga Profesional, pero al revés: con el equipo de Gallardo defendiendo cerca de Armani Fútbol